¿Cómo se enseña a conversar a un pájaro?

Para que un pájaro - de los que pueden hacerlo - se sienta inclinado a hablar con los humanos y como ellos, tiene que estar en un ambiente familiar.

Al menos, esta fue la primer conclusión a la que hace medio siglo llegó el entonces profesor de investigación sicológica de la Universidad de Illinois, Dr. Hobart Mowrer, y que volcó a un artículo publicado por "Parents' Magazine".

Pero quien tenga una de estas mascotas habrá notado que no suelen comunicarse de ese modo con cualquier humano. Lo primero que se requiere es que dependa enteramente de una única persona en lo referente a comida y cariño.

Hay que lograr que prefiera los seres humanos a los miembros de su propia especie, lo que ocurre con la mayoría de los animales domésticos.

Como aprendió a comunicarse con sus congéneres, imitando maneras y sonidos, hará lo mismo con su entrenador, si es que desarrolla afecto por él.

La mayor parte de los pájaros sienten temor a la soledad. Es por eso que si tienen cerca un humano busquen su compañía. Al aprender a hablar logran lo mismo que nosotros cuando éramos niños: el contacto con personas que sienten que les dan afecto y alimento. Por eso alguna vez dijimos, por ejemplo, "mamá" por primera vez. Y al ver que eso producía alegría en la otra persona, y una mayor cercanía, lo comenzamos a repetir, y luego fuimos agregando otras palabras que nos instaban a decir, de modo de ir construyendo todo un lenguaje.

Los pájaros hablan como nosotros cuando notan que con eso consiguen mayor atención y mayor alimento. Nunca podrán, como los niños, comenzar a combinar palabras y formar nuevas frases llenas de significado. Solamente repetirán oraciones pero nunca dirán nada nuevo.

Pero las cosas que dicen suelen tener sentido y están relacionadas con sus deseos y con las situaciones en las que la pronuncian.

No cupo duda al profesor Mowrer que estas aves presentan "asociación de ideas" y ciertas cosas las expresan solamente en determinadas circunstancias.

El lenguaje surge de la experiencia compartida y tiene origen en lazos emotivos. Nuestro pájaro irá adquiriendo un vocabulario y repetirá frases que estarán totalmente vinculados con la forma de hablar de su entrenador. Será como "su eco", lo que permitirá a cualquier observador analítico llegar a saber aspectos de la personalidad del dueño con solamente estudiar qué cosas dice y cómo las dice el ave parlanchina que tiene como mascota.