Consultó a Marco Antonio Campos de la Peña, entrenador profesional de perros que preside la escuela Formación Integral Canina, quien, en respuesta a las preguntas puntuales de Cristina, expresó ideas como las que siguen.
"Un perro se elige por impulso o gusto, porque es un regalo de alguien bien intencionado, por necesidad de compañía, como juguete para los niños, por estatus, para cuidar el negocio o la casa, por compasión, o para una actividad deportiva o de trabajo. "
"Ocasionalmente ocurre que cuando el cachorro crece, deja de ser tan grato para el amo; sucede algo similar cuando el perro fue un regalo."
"El error más común es dar un perro como juguete a los niños, pues ellos no se vuelven más responsables para cuidar del animal y éste sufre. "
"En muchas ocasiones nos identificamos por belleza, por las formas del perro que son semejantes a las nuestras o los cuidados que requiere, también similares a los que nosotros nos procuramos. "
"Es común que una persona segura de sí misma tenga un perro equilibrado. Quien tiene tendencias depresivas o con baja autoestima generalmente tienen perros que sufren de lo mismo y con ello las mascotas se vuelven más temerosas, tímidas y agresivas. Las personas con problemas de agresividad eligen perros con el mismo carácter, o por el contrario, muy cobardes, porque la agresión del dueño puede nulificar la del perro, al grado de hacerlo sentir inseguro."
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